Dimite la directora de comunicación de la Casa Blanca al día siguiente de declarar por la trama rusa

La directora de comunicación de la Casa Blanca, Hope Hicks, de 29 años, ha decidido abandonar su cargo al día siguiente de declarar sobre la trama rusa.

Miembro del círculo más íntimo del presidente Trump, Hicks ha alegado que dejaba el cargo porque “sentía que había completado su ciclo” y que era un buen momento para "explorar oportunidades fuera", un argumento que no parece haber convencido en Washington.

Hicks está en el punto de mira del fiscal especial Robert Mueller, y el martes pasado prestó declaración durante ocho horas ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. En la larga y agotadora comparecencia, Hicks admitió haber contado “mentiras piadosas” desde su puesto, pero negó haber engañado en nada vinculado a la investigación sobre la supuesta coordinación del equipo de campaña de Donald Trump con el Kremlin.

El interés del fiscal especial por Hicks radica en su proximidad a Trump, a quien en campaña servía de asistente personal e incluso le planchaba los trajes; una cercanía que le permitió presenciar sus decisiones más graves, pero cuya confidencialidad parece difícil que vaya a quebrar.

Ex-modelo sin experiencia política, fue elegida cuidadosamente por el matrimonio formado por Ivanka Trump y Jared Kushner, con quienes mantenía una relación de absoluta fidelidad, que trasladó a Trump desde que este empezó su andadura política.

Siempre en la sombra y siempre dispuesta a ayudar, el multimillonario pronto la consideró de máxima confianza y no dudó en elevarla al puesto de directora de comunicación, cuando el verano pasado Scaramucci fue defenestrado por sus improperios al entonces jefe de gabinete, Reince Priebus.

Poco dada al protagonismo, que cedió gustosamente a la secretaria de Prensa, Sarah Huckabee, la joven directora era conocida por ser de las pocas personas capaces de manejar al intempestivo Trump, y lograr que se calmase en sus estallidos de humor.

A diferencia de su antecesor, su salida ha sido perfectamente coordinada para evitar suspicacias. Primero, Hicks anunció su marcha expresando su "gratitud al presidente", y minutos después el mismo mandatario declaró: “Hope es sobresaliente y ha hecho un gran trabajo en los últimos tres años. Es inteligente y reflexiva, una gran persona y echaré de menos no tenerla a mi lado. Pero cuando me dijo que buscaba otras oportunidades, lo entendí completamente. Estoy seguro de que colaboraremos en el futuro”.

Con Trump, la Dirección de Comunicación, el área desde el que se controla la portavocía y los mensajes a la nación, les dura muy poco a sus ocupantes. Cinco personas, con una media de 70 días en seis periodos, han ocupado la plaza desde la victoria electoral. Hicks, con 196 días, ha sido la más longeva.

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