La percepción que la sociedad tiene de los hospitales y las compañías y empresas sanitarias es una de las cuestiones clave en la comunicación sanitaria, al favorecer que las organizaciones puedan diferenciarse en un entorno cada vez más global y competitivo, según han destacado los participantes en el I Encuentro de Directores de Comunicación Salud 2018 de la Comunidad Valenciana y Murcia, que se celebra en el Club Información de Alicante con la colaboración de Quirónsalud y la Asociación de Directivos de Comunicación.
El director gerente de Quirónsalud en aquella región, Francisco Fiestras, ha manifestado en este sentido que la gestión de la reputación es una cuestión fundamental en la formación de un directivo, y ha añadido que la percepción social de las empresas se une a variables como la calidad y la innovación, los resultados financieros, la internacionalización, la responsabilidad social corporativa y la sostenibilidad.
Para el directivo, la comunicación en el ámbito de la salud tiene el objetivo de mejorar la reputación de las organizaciones a través del diálogo, en el cual es tan importante la escucha de los valores de los grupos de interés como la emisión de los mensajes y cultura corporativos.
Por otra parte, ha destacado que el directivo de comunicación debe tener una visión integral del modelo de negocio y de la comunicación estratégica en el sentido de una "palanca" que ayuda a mejorar el conjunto para poder gestionar "unos intangibles tan importantes como la marca, el posicionamiento y la cultura corporativa". En un entorno de "hiperinformación" originado por las redes sociales, el sector sanitario "se ve obligado a realizar respuestas rápidas, diferentes para los distintos targets pero coherentes entre sí en las que la transparencia de reforzar la lógica de los argumentos utilizados con el fin de crear la confianza necesaria", ha explicado.
La proliferación de interlocutores con acceso a canales hacen que los mensajes de saluda sean cada vez más directos y transparentes abordando temas como la prevención, nuevos tratamientos y la puesta en marcha de nuevas tecnologías. En este sentido, Fiestras ha sostenido que la calidad de la comunicación es importante tanto por la responsabilidad del sector sanitario de generar contenidos e informaciones seguras como la necesidad de concienciar a la sociedad, mediante "la herramienta de la emoción", de la importancia que tiene llevar una vida saludable.
Del mismo modo, se ha referido a la relevancia de la "reputación" ya que puede condicionar sustancialmente el valor en la Bolsa de las empresas o también la capacidad de atraer a los mejores talentos y profesionales médicos. En este sentido, ha apuntado que dicha reputación es un activo "que se enriquece desde la comunicación con coherencia y consistencia en el tiempo", y ha afirmado que "la reputación es, en esencia, aquello por lo que todas las organizaciones y sus primeros ejecutivos o CEO luchamos por conseguir cada día", de modo que "una excelente reputación explica la razón por la cual los diferentes grupos de interés prefieren a nuestra empresa y no a otra a la hora de tomar decisiones de compra, de inversión, de trabajo o de colaboración".
