La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Asociación de Directivos de Comunicación han celebrado en Madrid el II Foro de Comunicación Empresarial en el que se ha abordado el impacto de la reputación del CEO en las organizaciones.
Durante la inauguración, el presidente de CEOE, Juan Rosell, ha afirmado que “si las empresas quieren que se hable bien de ellas, tienen que hacer las cosas bien y comunicarlas adecuadamente”y ha añadido que "en CEOE hemos dado un paso adelante tanto en el fondo como en la forma de comunicar, gracias a las nuevas tecnologías y a la mayor exigencia de la sociedad. Somos más abiertos y nuestro patrimonio número uno es la ética empresarial”.
Por su parte, Montserrat Tarrés, presidenta de Dircom, ha resaltado que “generar confianza y trabajar la reputación de nuestras organizaciones es algo estratégico para las compañías y la CEOE siempre ha entendido que el dircom es una figura esencial” mientras puntualizaba que “el CEO es el emblema de la empresa y el buque insignia que muestra y representa la filosofía de su compañía”.
Sandra Sotillo, fundadora y directora general de TrustMaker, ha presentado en este marco un estudio sobre “La gestión de la reputación del CEO como elemento generador de valor para las organizaciones” en el que han la participación más de 45 CEO, presidentes, directivos de comunicación y expertos, que aportaron su visión sobre esta cuestión, así como las tendencias de futuro.
Entre los retos y tendencias a los que se enfrentan los CEO en relación con su reputación y los intangibles, los asistentes han destacado que es fundamental que la imagen del CEO esté al servicio de la compañía y no al revés y que haya correspondencia entre la imagen de ambos. También se pidió que las imágenes del CEO y de su compañía estén alineadas y sean coherentes.
También se analizó la relación entre Dircom y CEO. Sobre este punto, en el encuentro se ha detallado que una vez que un líder empresarial es conocido y se consolida pasa a ser una referencia no sólo para hablar de la compañía, sino también para tratar temas estratégicos y de interés general y es entonces cuando se torna verdaderamente influyente. Además, se ha puesto en evidencia que es necesario aprovechar las características del propio CEO para potenciar el plan de comunicación y reputación de la compañía.
Otra de las conclusiones extraidas de esta jornada es que al menos el 40 % del tiempo de los CEO lo dedican a gestionar la comunicación y la reputación, lo que demuestra la importancia de la implicación de los máximos directivos en esta disciplina.
