El adiós de Pablo Iglesias ha sacudido Unidas Podemos, con el efecto bilateral de que su entorno ha empezado a perder peso en la estructura de poder de la organización, que entre otros casos, se ha traducido en que Yolanda Díaz ha rechazado reubicar en su Vicepresidencia a Juanma del Olmo, responsable de todo el aparato de comunicación y mano derecha de Iglesias.
Según han confirmado a diario El Mundo diversas fuentes gubernamentales y de la coalición morada, la vicepresidenta no tiene previsto contar con Del Olmo, que ocupaba el puesto de director de Estrategia y Comunicación en la vicepresidencia de Iglesias.
Cuentan las fuentes consultadas que a la hora de reorganizar los puestos de trabajo, él quiso reubicarse lo más cerca del poder que le fuera posible, pero Yolanda le trasladó que la comunicación gubernamental la iba a llevar ella con su equipo y que a él no le quedaba otra que entenderlo y respetarlo. De hecho, la vicepresidenta puso como condición para liderar el ala minoritaria del Ejecutivo «seguir haciendo las cosas como hasta ahora», y puso «sobre la mesa» que se debía seguir su forma de comunicar, que «nunca ha seguido precisamente la estrategia de Del Olmo», apuntan en el partido.
Así se lo transmitió, con el argumento de que hasta ahora le ha ido muy bien haciendo las cosas así, y él "lo tuvo que asumir, ya que no le quedaba otra", añade otra de las fuentes conocedoras de este movimiento.
Este rechazo explícito de Díaz ha relegado al influyente Del Olmo al papel de asesor de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, un portazo de la vicepresidenta tan sonoro que en el núcleo duro del pablismo han intentado correr un tupido velo.
Juanma Del Olmo escaló posiciones en Unidas Podemosgracias a su amiga Irene Montero, y fue el ejecutor de los trabajos sucios para el líder en unos tiempos en los que la lealtad mutó en cierre de filas, primero, y en la bunkerización del liderazgo, después, lo que se tradujo en la purga de muchos de los que impulsaron
Desde su cercanía al anterior líder morado, Juanma del Olmo negociaba directamente los intereses mediáticos de Iglesias con Iván Redondo, el director de Gabinete y gurú de Pedro Sánchez, y hasta la fecha su influencia era notable en Unidas Podemos, hasta el punto de que nada se movía sin que él lo supiera.
Ahora, Yolanda Díaz, consciente de ello, ha querido cambiar el paso, después de que Iglesias contribuyese a inflamar la campaña electoral de Madrid, intentando convertirla en una suerte de plebiscito sobre el advenimiento inminente de un fascismo que, por ahora, ni está ni se le espera. Este modo de enfocar la comunicación es «incompatible» con la nueva apuesta de Yolanda Díaz por «la política de las cosas pequeñas» y con su intento de calmar las aguas en el Gobierno y capitalizar la buena imagen que tiene en el electorado socialista.
