Comienza el baile de comunicadores en el Gobierno tras el nombramiento de los nuevos ministros. La hasta la fecha directora general de Comunicación, Diplomacia Pública y Redes, del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Mónica Prado, ha puesto su cargo a disposición del nuevo ministro, José Manuel Albares, con el objetivo de desarrollar su carrera profesional en otros proyectos.
De esta manera, esta periodista, que llegó al Ministerio para ocuparse de la información diplomática en febrero de 2020, ha planteado al nuevo ministro su salida, dejando paso libre para que este sitúe en esta posición a alguien de su confianza.
El Consejo de Ministros aprobará su cese, previsiblemente, este próximo martes, momento a partir del que finaliza su experiencia profesional en la Administración donde ha ocupado uno de los puestos de más relevancia ya que, junto a la Secretaria de Estado de Comunicación, el Ministerio de Asuntos Exteriores es el único que cuenta con una Dirección de Comunicación con rango de Director General.
La veterana comunicadora, que acumula más de 25 años de profesión en el ámbito del periodismo, accedió al cargo procedente de Antena 3 Noticias, donde había ejercido como corresponsal en Bruselas, y había realizado multitud de coberturas internacionales, por las que ha sido reconocida, entre otros, con el Premio Salvador de Madariaga (2005) y el Premio a la Mejor Corresponsal en 2006 que otorga el Club Internacional de Prensa (CIP). Hasta su salto al mundo de la Comunicación Institucional, Prado había ocupado la dirección del área de Economía de Antena 3 Noticias.
Desde su nombramiento, la hasta ahora directora general de Comunicación del Minsterio de Asuntos Exteriores, que es licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca y cuenta con un PDD Executive Education Program por el IESE, ha tenido que gestionar la política informativa del mismo al frente de la emblemática Oficina de Información Diplomática (OID), en un entorno mediatizado por el impacto de la Covid-19 y por la repatriación de más de 50.000 españoles que quedaron varados en el exterior por las restricciones mundiales de movilidad.
También estuvo detrás de campañas de España Global como Spain For Sure o la Guía de la Diplomacia Gastronómica, que contaron con una amplia repercusión en el exterior, y que desarrolló junto a relevantes empresas e instituciones como el Foro de Marcas Renombradas, la Cámara de España o la propia CEOE.
