Todos estos datos, y muchos otros, aparecen reflejados en el libro "El estrés informativo", resultado del trabajo que la Obra Social viene desarrollando desde hace dos años con periodistas, trabajadores de medios de comunicación, y otros profesionales del sector.
El estudio refleja que el 58 % de los pacientes consideraron que su trabajo incide en su salud, y que eso se manifiesta en trastornos visuales (38 %), alteraciones del humor (34 %) y ansiedad (36 %), entre otras patologías. El 43 % señaló que no considera que tenga una relación estable de trabajo, y un 57 % que tampoco tiene estabilidad horaria.
En los controles clínicos, el 22,5 % de los pacientes tuvo electrocardiogramas anormales, en tanto que en los estudios de laboratorio el 44 % arrojó como resultado un colesterol superior a los 220 mg, mientras que un 22 % tiene un nivel elevado de triglicéridos.
En el plano odontológico, al 36 % de los profesionales de la comunicación les faltan entre 5 y 28 piezas dentales y tienen necesidad de prótesis. Además, casi la mitad tiene alguna o varias piezas dentales con caries y un 61% tiene enfermedad periodontal leve a grave.
En líneas generales, de acuerdo a este estudio, los comunicadores argentinos tienen problemas de presión alta, anomalías cardíacas, altos niveles de colesterol, triglicéridos y glucemia, falta de memoria y atención, síntomas de estrés crónico, depresión, ansiedad, pánico y un ambiente laboral inadecuado.
Este trabajo forma parte de un estudio que se viene desarrollando con más de 500 periodistas y trabajadores de medios de comunicación, con el objetivo de lograr que estos profesionales sean clínicamente sanos, eviten las alteraciones en su salud mental producto del estrés al que están sometidos, y que procedan a un control regular de su salud.