
El mediático presidente norteamericano trazó definitivamente la senda a seguir al comprar un espacio de media hora en tres de las cuatro principales cadenas de EEUU, Fox, CBS y NBC. La eficacia de estos 30 minutos de prime time, corroborada por su victoria en las urnas, sirvió para convencer a los indecisos, pero también para dar una lección magistral al resto de mandatarios.
Cuenta El Mundo que el jefe de Gobierno francés, Nicolas Sarkozy, da buena muestra de ello. Pese a estar considerado un habitual de la pequeña pantalla, en los últimos tiempos se ha superado a sí mismo. Dos comparecencias catódicas en lo que va de mes lo demuestran.
La situación económica exige respuestas, aunque éstas siempre entrañan riesgos: "Se les puede volver en contra, porque los telespectadores no se conforman con cualquier mensaje", advierte Eduardo Matilla, presidente de Corporación Multimedia. Por eso, el primer ministro británico, Gordon Brown, ya ha llamado la atención a los miembros de su Gabinete para que reduzcan su presencia en los medios. El presidente ruso no iba a ser menos. Dimitri Medvedev, más pesimista que Vladimir Putin con respecto a la crisis, se prodiga tanto como éste en la televisión.
En opinión de Matilla, cuando hay vacas flacas los políticos se resguardan, "pero la excepcionalidad de la crisis actual les obliga a dar la cara. Además, una gran parte de la sociedad, agobiada por la crisis, busca al líder. De ahí la buena acogida que tuvo la última edición de Tengo una pregunta para usted con Zapatero".