
Tiempos revueltos en los departamentos de comunicación de los dos grandes clubs de fútbol madrileños, que no terminan de ver definitivamente asentadas sus respectivas direcciones.
Cuenta El Confidencial que en el Real Madrid siguen buscando soluciones para su departamento de comunicación ante la ausencia de la figura de un dircom, que estaría provocando problemas en las relaciones con algunos medios de comunicación.
Parece que el puesto le habría sido ofrecido a Melchor Miralles, directivo del club, que habría declinado asumir dicha responsabilidad. Se han barajado además nombres como los de David Espinar, asistente de prensa de Ronaldo, o Luis Villarejo, responsable de fútbol de la redacción de deportes de la Agencia Efe.
Mientras tanto es Gaspar Rosseti, actual director de medios del club, quien está siendo criticado en algunos ámbitos por no asumir una función para la que no ha sido contratado. David Jiménez controla la agenda del presidente y Marta Santisteban dirige el departamento de Prensa al primer equipo, pero cuentan que reina entre todos ellos la descoordinación ante la inexistencia de un Dircom que controle todo.
Pero parece que en el Atlético de Madrid las cosas no van mucho mejor. Eric McKee, quien sustituyó en sus funciones a Antonio Sanz en la dirección de comunicación, abandona el conjunto colchonero para comenzar una nueva aventura profesional en la Federación de Remo.
Por otro lado, Enrique Ramón, un profesional procedente de la Agencia Efe, fue fichado por Enrique Cerezo para ocupar el cargo, aunque quien finalmente asumió la mayoría de las funciones del anterior Jefe de Prensa fue Emilio Gutiérrez, director de Marketing y Comunicación.
Sin embargo, parece que el presidente rojiblanco está pensando en acometer una nueva reestructuración según la cual Ramón podría pasar a ser responsable de comunicación personal de Cerezo, mientras Antonio Sanz asumiría la jefatura de Prensa.
Cuentan que Sanz, actual responsable de comunicación de Bahía Internacional, la empresa que representa a Torres, está siendo cortejado por Gil Marín, que no cejará hasta que regrese.