Según un estudio publicado por la consultora Weber Shandwick, la confianza en la empresa y la marca son factores determinantes a la hora de elegir los productos o servicios por parte de los consumidores. En este sentido, las cifras dicen que el 70 % de los consumidores encuestados evita adquirir productos si no les gusta la compañía que los fabrica.

La reputación corporativa y la de las marcas se convierten en prácticamente indivisibles; mientras la compañía que está detrás de la marca logra convencer a los consumidores de que pueden confiar en la calidad, ética y seguridad del producto que están comprando.

El estudio de Weber Shandwick revela nuevas realidades sobre la relación entre la reputación corporativa y de marca. Así, destaca que la marca corporativa es tan importante como la marca del producto; que la reputación corporativa ofrece una garantía de calidad a los productos; y que cualquier desconexión entre la reputación corporativa y la de un producto provoca una dura reacción de los consumidores.

De la misma manera, concluye que los productos lideran el debate, seguidos muy de cerca por la reputación; mientras los errores corporativos ensombrecen a los aciertos. Además, el estudio defiende que los consumidores crean la reputación de forma instantánea, y que la reputación corporativa contribuye al valor de mercado de la compañía.