
Los periodistas de los rotativos tunecinos Al Chourouk y Le Quotidien, pertenecienetes al grupo Al Anwar y editados en lengua árabe y francesa respectivamente, han divulgado a través de internet una fotografía en la que aparecen amordazados. El objetivo de esta campaña es expresar sus protestas por la falta de libertad de expresión existente en Túnez.
La foto muestra a los redactores con una mordaza negra sobre sus bocas , en consonancia con la situación por la que atraviesan los periodistas tunecinos en el desempeño de su trabajo.
El Sindicato de periodistas tunecinos se asoció a la protesta y uno de sus portavoces afirmó que también su organización es objeto de "presiones" por parte del poder político para acallar sus voces.
Con motivo del vigésimoprimer aniversario del acceso al poder del presidente, Zine el Abidin ben Ali, las autoridades tunecinas han difundido una nota de prensa en la que, por el contrario, afirman que desde 1987 el sector de la información se ha beneficiado de una serie de reformas sucesivas "destinadas a enraizar la libertad de expresión y de opinión".
El gobierno cita como ejemplo la apertura del sector audiovisual a la iniciativa privada y la subvención de los diarios de los partidos políticos de hasta 200.000 dólares.
