"Menos mal que esta Legislatura apenas hemos padecido atentados terroristas, porque, si no…". Se trata de un comentario que se escucha en ámbitos de Presidencia del Gobierno, donde se valora de forma muy crítica el trabajo de los servicios de prensa del Ministerio del Interior.Según cuenta El Confidencial Digital, en La Moncloa y en Ferraz existe un gran malestar por los fallos de comunicación que se han ido produciendo, sobre todo tratándose de un ministerio tan sensible. Las quejas se dirigen, no tanto al ministro, sino a su principal asesora, Lourdes Camino, y a su equipo.
La capacidad de manejar situaciones de crisis, que es lo que ocurre con la mayor parte de las noticias de ese departamento, ha dejado mucho que desear, de acuerdo con la valoración de Moncloa. El último caso ha sido la desarticulación de la célula islamista de Barcelona: ha habido declaraciones del Fiscal del Estado, del ministro, del director de la Policía y la Guardia Civil, del conseller Saura, contradictorias unas con otras y que han sembrado desconcierto y alarma entre la población.
La última metedura de pata se produjo en la última rueda de prensa de Rubalcaba . Tras afirmar el ministro que se trataba de terroristas suicidas, un periodista le planteó cómo era posible que fueran a inmolarse y al mismo tiempo lo que tenían eran temporizadores para voladuras retardadas. "¡Ah, pues no había caído!", fue la respuesta del ministro.
