La errática política de comunicación de Vodafone
Las batallas mediáticas también se libran en el ámbito empresarial, y el sector de las telecomunicaciones, uno de los más activos de nuestra economía se ha convertido en caldo de cultivo para ello. El caso es que el primer ejecutivo de Vodafone en España, Francisco Román, se ha lanzado en una carrera por ofrecer ruedas de prensa, cosa a la que tenía poco acostumbrados a los medios de comunicación que siguen el día a día de las empresas de telefonía. Sin embargo, de poco le ha servido representar al segundo operador de móvil por número de clientes en nuestro país, hablar del iPhone, o cargar contra Telefónica... el caso es que su discurso apenas tiene repercusión en los medios.

Los periodistas no se chupan el dedo y parecen cansados de que les cuenten siempre la misma película... y es que convocarles para que escuchen al presidente de una gran compañía no es garantía de obtener al día siguiente centímetros cuadrados en los periódicos, ni minutos en las radios y las teles.

Este fracaso mediático no es más que el reflejo de lo mal que le van las cosas al operador británico en los últimos meses. No es líder en ningún mercado, y no es extraño, porque desde luego no se comporta como tal. Ha iniciado una guerra en los medios con Telefónica que sólo puede perder, entre otras cosas porque el primer operador español no está entrando en su juego.

Se ha quedado anclado en la voz móvil, cuando el futuro es la banda ancha. Ni están acertando en sus decisiones empresariales –la compra de Tele2 es un buen ejemplo- ni son capaces de convencer a la opinión pública con sus últimos lanzamientos. Un consejo: menos reunir a la prensa y más a los directores de los departamento.

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