
El obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, ha sido el encargado de hacer pública la noticia agradeciendo la especial deferencia del Papa de traer su beatificación a Linares.
Monseñor del Hoyo realizó una mención especial a las hermanas del periodista, Expectación y Lucía, que aún viven y que van a gozar de un día feliz por esta declaración de su hermano con el título de beato.
El prelado recordó la labor de "la Asociación de Amigos de Lolo", como le llamaban sus amigos, que ha sido "promotora de este proceso de beatificación y canonización, y que ha perseverado en el seguimiento de esta causa, manteniendo la esperanza con ilusión y alegría".
El prelado jiennense subrayó que se trata de una beatificación especial. Sobre todo, por ser "la de un seglar, con el riquísimo perfil espiritual que tiene la vida de Manuel Lozano Garrido". De ahí que, según el obispo, "sea una ocasión providencial y maravillosa para preparar ese acontecimiento, procurando enriquecer la vida de los cristianos con estos ejemplos de santidad".
La congregación de la Causa de los Santos aprobó, en 2009, como milagrosa la curación, por intercesión de Lolo, de un niño que padecía "septicemia por pseudomona, tras dos operaciones quirúrgicas y con vómitos fecaloideos". El niño se curó milagrosamente y será uno de los presentes en la ceremonia de beatificación de su santo protector.
Manuel Lozano Garrido nació en Linares (Jaén) el 9 de agosto de 1920 y murió en la misma ciudad el 3 de noviembre de 1971. Tras realizar sus estudios, a los 22 años se le detecta una enfermedad que, en sólo un año, le llevaría a una invalidez casi absoluta. Se quedó paralítico y, además, en 1962, perdió la vista. Sin embargo, fue capaz de desarrollar una intensa labor profesional que ya entonces fue reconocida con el Premio Bravo de la comisión episcopal de medios de la Conferencia Episcopal española. En 1956, fundó la Revista Sinaí para enfermos.
También tuvo tiempo de escribir libros. El primero, titulado El sillón de ruedas, daría paso a otros como Cuentos en 'la' sostenido o su obra póstuma, Las estrellas se ven de noche.
A partir del día 12 de junio, será la estrella del primer periodista beato la que brille en los altares españoles.