El sector audiovisual español es poco transparente como consecuencia de un ordenamiento disperso, confuso y contradictorio, además de la poca voluntad de los agentes de poner en marcha prácticas que faciliten el acceso público a la información... Se trata de la principal conclusión del primer Informe sobre la Transparencia en el Sector Audiovisual Español, elaborado por el grupo de investigación de la UCM denominado "Transparencia, Buena Gobernanza y Comunicación" que dirige la profesora Pilar Cousido.El documento –dado a conocer en el marco de un seminario al que asistieron académicos, periodistas, integrantes de los organismos reguladores y representantes del sector- contiene los resultados de un amplio estudio de campo, así como el análisis de los sitios web correspondientes a las instituciones y empresas que integran el sector audiovisual, donde se ponen de manifiesto las contradicciones entre la norma y la práctica de la transparencia por parte de los agentes audiovisuales, se indaga en sus posibles causas y se proponen medidas para fomentar la transparencia y el buen gobierno audiovisual.
Entre los resultados destaca el hecho de que la totalidad de los agentes audiovisuales encuestados haya manifestado que la transparencia es un elemento de la política de comunicación de su empresa, mientras el 67 % de sus páginas web no cumple con los mínimos en la materia, de acuerdo a los estándares internacionales.
El estudio plantea la necesidad de transparentar la financiación pública, así como los procedimientos administrativos selectivos y de concurrencia competitiva entre los agentes audiovisuales. También considera que el sector audiovisual debe participar en la elaboración de las normas que lo afectan, las cuales deben ser claras y contener sanciones importantes.
El grupo de investigación, compuesto por investigadores y consultores de distintos países, elaboró un decálogo de buenas prácticas que recomienda al sector audiovisual la asunción de la transparencia como una obligación respaldada por más de 157 normas españolas y comunitarias, pero también como un acto voluntario "porque las organizaciones que así lo hacen son valoradas positivamente por el mercado y la sociedad".
