El dircom de un municipio mexicano acusado de corrupción
El Director de Comunicación Social del ayuntamiento mexicano de ciudad Victoria, Francisco Filizola González, podría estar involucrado en un millonario desvío de recursos del área de comunicación que encabeza desde el inicio de la administración del alcalde Arturo Díez Gutiérrez Navarro.

Y es que este funcionario municipal presuntamente organizó la boda de una de sus hijas en Cancún, celebrada hace unos meses, con recursos que debieron ser destinados al pago de servicios de publicidad al ayuntamiento prestados por varios medios locales.

Además se habla de una lista de al menos 100 comunicadores que presuntamente están dados de alta como proveedores, pero que nunca han recibido un centavo por sus servicios periodísticos, este recurso supuestamente ha sido utilizado por Filizola para afrontar sus gastos personales.

A Filizola González le han dado de baja del grupo de asesores del gobierno del Estado y de la propia área de comunicación social, porque su actitud burócrata y errores de operación pusieron en riesgo a esta dependencia, de ahí que fue enviado al equipo de campaña de Díez Gutiérrez en donde fue ratificado como Director de Comunicación Social.

Sus desaciertos que ya han sido denunciados ante el propio alcalde podrían obligar al edil a tomar la determinación de relevarlo. Y por si esto fuera poco, Francisco Filizola ha sido severamente cuestionado y señalado por la prensa local por una serie de amenazas y amagos que están sufriendo algunos reporteros que han criticado la gestión del alcalde de la localidad.

Desde que inició la gestión del alcalde, el responsable de medios de comunicación se ha mostrado indiferente ante las demandas de los periodistas que lo único que han solicitado es un trato digno y respeto a su trabajo. Filizola González, fue supuestamente responsable de distorsionar la información y declaraciones de policías preventivos que agredieron a un reportero de un impreso local, el cual fue amenazado con perder su trabajo si insistía en darle seguimiento a la denuncia penal que interpuso contra elementos de Seguridad Pública.

Quienes en su tiempo exhibieron esta arbitrariedad, a través de sus medios de comunicación, también fueron amenazados por el jefe de prensa del ayuntamiento quien no titubeó en pedir las cabezas de varios reporteros locales a cambio de millonarias sumas que pagaría a los medios a los que pertenecen.

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