
El 66 % de los encuestados siente que le está afectando esta sobrecarga de información y al 48 % incluso le preocupa. Recibimos más información de la que podemos asimilar y nos resulta difícil recordar la publicidad si no es relevante o no nos aporta algo nuevo. Esta situación hace imprescindible que la publicidad se reinvente para conseguir atraer y retener la atención del usuario con nuevas formas creativas e interactivas.
La competencia ya no se establece solo con el resto de las marcas, se trata de una competencia por la atención del usuario que se reclama desde focos muy diferentes. En este contexto, el tiempo aparece como un bien cada vez más preciado –un 88 % de los encuestados lo valora más ahora que antes- de forma que la publicidad que no resulte relevante, puede acabar siendo ignorada.
Unan de las conclusiones más interesantes del estudio es que el 83 % de los encuestados afirma que si presta atención a la publicidad espera recibir algo a cambio, aunque solo sea que le hagan reír o que les aporten alguna novedad.