
El objetivo de esa acción fue aclarar las malas interpretaciones de los medios tras la comparecencia de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.
La Ministra habló de la posibilidad de cambiar el avión "como un procedimiento habitual que no prejuzga nada", y los medios interpretaron que Fomento culpaba a Spanair de no haber prevenido el accidente con el cambio. Al día siguiente, Spanair aseguró que no se pensó en cambiar el avión "en ningún momento".
Para aclarar las cosas, el Ministerio hizo llegar la grabación, que según defienden no es ninguna filtración, puesto que la cinta no forma parte de la investigación, sino que pertenece "al funcionamiento de operaciones de Barajas". "Yo consulté de hecho con la Abogacía del Estado, las grabaciones entre los pilotos y el centro de Gestión Aeroportuaria son confidenciales y según la OAPI, el convenio de Chicago, sólo se pueden trasladar cuando se cumplen una serie de requisitos, que en ese momento entendimos que se cumplían. Si metimos la pata, yo lo siento, ya lo digo, será el juez... En ese caso yo me hago responsable porque yo fui el que se las di a las televisiones", ha señalado.