La exitosa compañía energética española Iberdrola, que en los últimos tiempos está posicionándose como una de las empresas más destacadas del IBEX 35 y está internacionalizando su gestión a marchas forzadas, parece no encontrar un camino adecuado en lo que a comunicación se refiere. De esta manera, cuando apenas si ha pasado un mes desde que la compañía abordara una impactante reestructuración de su departamento de comunicación despidiendo de un día para otro a su penúltimo dircom, Juan Llobell, para sustituirlo por Susana Sanjuán, parece que ahora se podría estar gestando otro cambio.
Aquella sustitución vino motivada entre otras cosas por las pésimas relaciones entre ambos, que el responsable del área Ignacio Cuenca saldó entonces con la salida del primero y el ascenso de la segunda... aunque, a juzgar por los resultados, la solución no ha tenido el éxito deseado. De esta manera, podría tratarse de la última oportunidad para Cuenca, que lleva tiempo en entredicho en la compañía, y que podría verse relegado de sus responsabilidades en el ámbito de la comunicación para centrarse en el área de relaciones con los inversores, donde sin duda se sentiría más cómodo.
El caso, es que según cuentan fuentes internas de la compañía, Sanjuan podría tener los días contados como máxima responsable de comunicación de la misma, ya que parece que la capacidad de gestión de la actual dicrom de Iberdrola no convence a los directivos de la compañía, que estarían "poniéndole proa" al considerar que no está suficientemente preparada para el puesto, teniendo en cuenta que sus responsabilidades van más allá de las relaciones con los medios y al poner de manifiesto sus limitaciones a la hora de imponer una estrategia comunicativa en un entorno corporativo internacional.
Y como ejemplo, destacan la pifia comunicativa relacionada con la reciente incorporación a la compañía en calidad de consejeras de sus filiales de dos ex-ministras del Partido Popular, Fátima Báñez e Isabel García Tejerina, dos nombramientos de relumbrón que apenas han sido contados por los medios de comunicación.
Así las cosas, las fuentes consultadas han indicado que ya se ha puesto en marcha la búsqueda de un nuevo director de comunicación capaz de dominar el entorno en el que se mueve, y que tendrá que ser un profesional con "peso demostrado" en el sector, capaz de enderezar la estrategia de comunicación de la compañía.
Una vez más, el asesor aúlico de las grandes compañías españolas Luis Abril parece estar detrás de esta búsqueda de talento comunicativo, para la que ya se estaría manejando una terna de profesionales de prestigio, aún por concretar.
El objetivo final, más allá de encontrar a alguien de peso que lidere el área y que ponga en el lugar que le corresponde a la compañía en el ámbito de la reputación, es dejar de dar "palos de ciego" en la materia, algo que tiene especialmente enfadado a José Ignacio Sánchez Galán, presidente de la compañía, quien ansía encontrar una persona de su máxima confianza en este ámbito que le aporte tranquilidad y al que pueda conceder continuidad, para poder dedicarse por entero a la gestión... y es que a pesar de su extraordinaria gestión empresarial de la que muchos líderes empresariales podrían aprender, nunca ha destacado en el capítulo de la reputación personal, y parece decidido a que eso cambie.
Susana Sanjuán llegó a Iberdrola procedente de la consultora Kreab Worldwide, donde ejerció como partner entre 2013 y 2018, y previamente había ejercido entre 2010 y 2013 como directora de sostenibilidad de Gamesa, entre 2008 y 2010 como directora de comunicación de Abertis, y entre 2006 y 2008 como dircom del Grupo Rayet.