Los profesionales de la comunicación con discapacidad demuestran, cuando se les da la oportunidad, que poseen los conocimientos y competencias necesarias para aportar valor a los equipos de Comunicación, según asegura el Informe Inclucom: análisis de la inclusión y capacidades de desarrollo profesional de las personas con discapacidad en e ámbito de la comunicación en España promovido por la Asociación de Directivos de Comunicación y organizaciones como el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), la Fundación ONCE, Down Epaña, y la Universidad CEU San Pablo, y con la colaboración del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
Durante la presentación de este informe, María Antonia Pérez León, directora general del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas, ha señalado que “la discapacidad tiene que dejar de ser excluida del mundo laboral, ya que forma parte de lo que entendemos por diversidad empresarial", y ha hecho hincapié en que “si no contamos en el mundo laboral con personas con discapacidad, nos privamos de su talento, su creatividad y su capacidad de resiliencia. Son un valor añadido para las empresas, y para el mundo de la comunicación”.
Las conclusiones del estudio han sido presentadas por Mónica Viñarás, María Sánchez, y Tamara Vázquez, investigadoras de la Universidad CEU San Pablo, autoras del trabajo de investigación que ha permitido poner sobre la mesa, basándose en datos objetivos, el estado actual de la inclusión de las personas con discapacidad en el sector de la comunicación.
El estudio pone de manifiesto que solo el 26,4 % de los encuestados trabajan o han trabajado con personas con discapacidad, y que las principales barreras para la inclusión laboral son los prejuicios, el miedo y el desconocimiento de las personas al cargo de la elección de las personas que deben cubrir vacantes laborales.
El perfil de las personas con discapacidad que trabajan en el sector de la comunicación es un técnico o redactor, con estudios superiores y con una discapacidad física o sensorial, que apenas se distingue por sexo.
Destaca en el estudio la conclusión de que la mayoría de los profesionales del sector (75 %) que trabajan con personas con discapacidad considera que estas han aportado un valor diferencial a sus equipos, y que hace necesario que las personas que dirigen los departamentos de Comunicación sean líderes inclusivos, capaces de capitanear equipos diversos, compuestos por personas que aporten diferentes talentos y capacidades.
El informe señala que resulta fundamental que las familias ofrezcan a sus hijos con discapacidad un entorno estimulante, ambicioso, sin límites ni sobreprotección, para lograr que en el futuro estos desarrollen al máximo su potencial. Asímismo, en el entorno educativo, aunque las universidades y centros de formación profesional han mejorado la accesibilidad y han implementado programas de adaptaciones curriculares, continúan existiendo prejuicios sobre las capacidades y empleabilidad de las personas con discapacidad, además de barreras arquitectónicas.
El trabajo concluye que las personas con discapacidad, al igual que el resto de profesionales de la comunicación, pueden desarrollar las 11 capacidades recogidas en el Global Capabilities Framework, si cuentan con los recursos adecuados.
Las personas con discapacidad consideran que no son diferentes al resto y rechazan los estereotipos. No obstante, el estudio refleja que su experiencia vital potencia en muchos casos el talento y capacidades especiales.