
Dietrich Mateschitz, el dueño de Red Bull, ha anunciado su entrada en el negocio de los medios. El pasado 15 de mayo a los suscriptores de algunos periódicos como Los Angeles Times, Chicago Tribune o New York Daily News se les adjuntó, con su diario, una nueva revista, la Red Bulletin, que se presentaba a sí misma como un “mensual casi independiente” y en el que, en sus 98 páginas, se podía encontrar contenidos sobre arte, música o deportes extremos.
Cuenta Marketing Directo que esta revista nació de Red Bull Media House, una compañía mediática subsidiaria que se creó en Austria y que más tarde se extendió a Los Ángeles. Aunque para Red Bull, este movimiento no es algo nuevo del todo.
Durante años, la empresa ha producido programas de televisión, películas, revistas, una página web y una serie de vídeos on-line sobre deportes extremos. Unos proyectos que, sumados a su entrada en el mundo mediático, se dibujan como un rechazo a la publicidad tradicional y una apuesta por el marketing a través de eventos, programas y publicacione
Se trata de un asalto mediático multimedia que Mateschitz ha calificado de “nuestra línea de extensión más importante hasta ahora". "Como gran proveedor de contenido, nuestro objetivo es comunicar y distribuir el mundo de Red Bull en todos los segmentos mediáticos importantes, desde la televisión a los medios impresos, los nuevos medios o nuestro sello de música”, ha afirmado; tras lo que ha asegurado que su Red Bull Media House aportará beneficios pero, como en el caso de sus equipos deportivos, está dispuesto a esperar a que esto ocurra: “en términos financieros literales, nuestros equipos deportivos todavía no son rentables, pero en términos de valor sí”, afirmó Mateschitz, que añadió que “el valor mediático total más los medios creados en torno a los equipos es superior al gasto en publicidad pura
Red Bull ha realizado una publicidad basada en los rumores y las quejas populares que Mateschitz predijo: “era parte de la estrategia desde el principio. Haríamos que la marca fuera lo suficientemente interesante como para que la gente quisiera ponerle las manos encima”. Fuera de la controversia y la rumorología, las campañas de marketing de Red Bull siempre se han centrado en asegurar que mejora el rendimiento deportivo y cuenta con más de 500 figuras de 97 disciplinas deportivas distintas a las que ayuda, sin contrato, a “conseguir sus sueños”, a través de un acuerdo verbal.