Acaba de fallecer Anna Maria Pascual, quien durante más de 20 años ejerció como directora de comunicación en España de la multinacional de la alimentación Nestlé, una compañía a la que dedicó 42 años de su vida.

Extremadamente eficaz en su labor profesional, esta académica de honor de la Academia de la Publicidad, estuvo al frente de la comunicación de Nestlé en un momento histórico en el que apenas un puñado de mujeres ocupaban una alta responsabilidad en este ámbito profesional, en el que fue pionera.

Su trayectoria en la compañía de alimentación se desarrolló a lo largo de cuarenta y dos años, pero si es especialmente recordada en la casa, es porque durante más de veinte dirigió la comunicación al consumidor de la compañía, justo en la época en la que muchas marcas de la firma fueron creciendo y se hicieron habituales para los españoles de la época, en la que nos fuimos acostumbrando, poco a poco, a lemas como «Momentos Nescafé», un «Sueldo para toda la vida», el «EKO, EKO», «Un gran vaso de leche en cada tableta», o los «Jóvenes leones de Nesquick». Además, fue la creadora de la archiconocida Caja Roja de bombones de la marca.

Pascual fue defensora del valor de las agencias, y dedicó mucho tiempo de su actividad profesional a la Asociación Española de Anunciantes (AEA) y otras organizaciones parecidas, donde lideró a mediados de los noventa la elaboración de una imprescindible Guías para el control de la producción audiovisual.

Ya en los albores de su carrera, fue elegida Académica de Honor de la Academia de la Publicidad en el año 2014, momento que aprovechó para congratularse de pertenecer a una generación que vivió los grandes momentos de la publicidad, y que pudo ver de primera mano la transformación de la industria publicitaria.