
"Con la perspectiva actual, tal vez no le hubiera ofrecido el empleo y hubiera esperado que él no lo aceptara", señaló el primer ministro al admitir, por primera vez, que pudo equivocarse en la contratación como responsable de comunicación de Coulson, quien renunció en enero por el escándalo. "Pero las decisiones no se toman así, se toman en el momento presente. Uno vive y aprende y, creedme, he aprendido", apuntó.
Ante un Parlamento muy beligerante, reunido con carácter de urgencia por este escándalo que afecta a políticos, policía y prensa en el Reino Unido, el "premier" insistió además en que asume la responsabilidad de contratar a Coulson pues fue "mi decisión", aunque dijo que lo "lamenta" y que siente además "la irritación que ha causado".
Indicó además que Andy Coulson debería ser procesado si se demuestra que estuvo implicado en las escuchas pero insistió en que, aunque pueda parecer "anticuado", piensa "que toda persona es inocente hasta que se pruebe lo contrario". En respuesta, el líder laborista, Ed Miliband, calificó de "decisión catastrófica" la contratación de Andy Coulson, quien fue detenido el día 8 bajo la sospecha de haber sobornado a policías e interceptado comunicaciones durante su época al frente del "News of the World", aunque ese mismo día fue puesto en liberta
Andy Coulson comenzó a trabajar para Cameron en 2007, meses después de dimitir como director del tabloide por haber sido condenado uno de sus periodistas por las escuchas. El escándalo de los pinchazos telefónicos estalló en 2006 y en 2007 se practicaron dos detenciones, pero el caso se recrudeció hace dos semanas al divulgarse que entre los móviles intervenidos estuvo el de una niña asesinada.