Presentan el Libro Negro del Periodismo en España

dosesrete86 diazReflexiona Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, en las páginas de la nueva publicación titulada El libro negro del periodismo en España, sobre la sombría visión del oficio que el catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga, Bernardo DíazNosty, ha presentado en Cádiz.

El trabajo de Díaz Nosty, que ha levantado un considerable revuelo en la profesión, es claro al respecto: en líneas generales, no; y para ser más exactos, “en España siempre se ha hecho un buen periodismo. Pero en los últimos años de expansión artificial ha habido un empobrecimiento de la calidad y una precarización de la vida profesional”, en palabras del propio autor.

Según recoge el Diario de Cádiz, esa expansión artificial se ha hecho patente en muchos aspectos: en la cantidad de medios nuevos, que no en su pluralidad; en la cantidad de titulados que salen de las Universidades, que no en su calidad; en la cantidad de puestos de trabajo generados, casi todos ellos precarios; en la sobredosis de información a través de las nuevas tecnologías...

Todas estas burbujas son las que analiza Díaz Nosty en un trabajo repleto de datos y marcado por la autocrítica. Arranca el libro hablando de medios de comunicación que, asfixiados por la crisis publicitaria, cierran o reducen personal y también con el absurdode la proliferación de televisiones locales que ahora se ven abocadas, con el ahorcamiento económico de los Ayuntamientos, a drásticas medidas.

Ante estos hechos, los periodistas reaccionan en bloque y redactan comunicados en los que invariablemente hacen alusión al “empobrecimiento de la pluralidad informativa”. Sabemos que eso no es cierto, ya que esas televisiones locales no nacieron con vocación pública, sino como órganos de propaganda que alimentaban la polarización política que ha contaminado el ejercicio de esta profesión, por no hablar de otros medios de comunicación, que, como señala DíazNosty, han practicado durante años la coacción publicitaria con las empresas.

Díaz Nosty dissecciona además el fenómeno Wikileaks, esa web que logró una ingente cantidad de información confidencial, pero que necesitó periodistas para hacerla comprensible. “El periodismo -dice Díaz Nosty- embalsa, potabiliza y encauza el caudal a través de la red para un consumo menos expuesto al riesgo”.

Para hacer eso, el periodismo tiene que contar con la confianza del consumidor. El consumidor no puede sospechar que los operarios del pantano envenenan el agua con narcóticos. Y, por tanto, la conclusión de Díaz Nosty es que el periodismo necesita un rescate para que nuestra democracia sea potable.

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