
El Gobierno chino está retrocediendo en las nuevas reglas que permiten más libertad a los periodistas extranjeros antes de los Juegos Olímpicos de Beijing, y sigue negando libertades comparables a los periodistas chinos, según Human Rights Watch y Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Las nuevas libertades se establecen en la "Guía de servicio para los medios
extranjeros", publicada en el sitio Web del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Beijing. El documento da a los reporteros el permiso de cubrir los juegos olímpicos y su preparación, así como "asuntos políticos, económicos, sociales y culturales de China". Además, se garantizará la libertad de los periodistas extranjeros en su cobertura noticiosa, aunque las disposiciones se dejarán de aplicar en octubre de 2008, cuando haya terminado la Olimpiada.
De cualquier forma, se ha informado a varios periodistas extranjeros que sigue habiendo algunas zonas que no pueden visitar y temas que no pueden cubrir, afirma Human Rights Watch. En marzo, los militares impidieron al corresponsal de la BBC, James Reynolds, informar de las consecuencias de una sublevación en la provincia de Hunan, y le dijeron que las disposiciones eran "sólo para noticias relacionadas con los Juegos Olímpicos".
En al menos otras cuatro instancias este año, se ha detenido a corresponsales extranjeros en diversas zonas, como aldeas de seropositivos en la provincia de Henan y a lo largo de la frontera entre China y Corea del Norte. En Mayo, el ministerio chino de Relaciones Exteriores citó a dos periodistas occidentales y les advirtió acerca de sus informes sobre Tibet, y califico sus artículos de "falsos" e "inaceptables".
Las disposiciones temporales excluyen intencionalmente a los periodistas nacionales del disfrute de las mismas libertades. Tampoco se aplican a los periodistas chinos que trabajan para las organizaciones de medios extranjeros, ya que la ley china no los reconoce como periodistas.
Los reporteros nacionales están restringidos por prohibiciones de amplio alcance contra la publicación de material que "dañe el honor o los intereses de la nación". Habrá más atacados después del 1 de julio, cuando las nuevas reglas que hacen más estrictos los requisitos de registro de los medios impresos nacionales entren en vigor, en una aparente ofensiva contra las publicaciones que critican al Gobierno.
