
Luis Enríquez, ha sido nombrado nuevo director general corporativo de Unidad Editorial, en el transcurso de un consejo de administración de Vocento reunido de manera extraordinaria. Enríquez se incorpora de esta manera al grupo de comunicación con el pleno apoyo de sus socios Urrutia, Ybarra y Bergareche, aunque su nombramiento no ha sido bien visto por las hermanas Luca de Tena.
Dos semanas después de la salida de José Manuel Vargas, tiempo durante el que negoció sin exito con Antonio Fernández Galiano, el grupo editor del diario ABC se ha decantado por un nuevo gestor que hasta la fecha ocupaba el puesto de director general corporativo en el grupo editor del diario El Mundo, donde ejercía como mano derecha y hombre de confianza de Fernández Galiano.
Durante estas últimas semanas, el nombre de Enríquez estuvo unido al de Fernández Galiano y a su posible fichaje por Vocento. En teoría, Enriquez formaba parte del grupo ejecutivo que abandonaría Unidad Editorial, aunque llegó a existir la posibilidad de que se hubiera quedado al frente de este grupo. Al final, el destino de Enríquez se ha ligado a Vocento tras un tortuoso proceso de selección, con algunos miembros del consejo interesados en abortar cualquier alternativa.
El fallido fichaje de Fernández Galiano ha formado parte de un juego de ofertas y contraofertas. Hasta el pasado viernes, el cambio de compañía seguía en el aire. De hecho, el jueves por la tarde, una reunión con el ahora presidente de Vocento, Diego de Alcázar, podía haber resuelto su incorporación, pero el primer ejecutivo de Unidad Editorial, donde se llegó a dar por cerrada su marcha y la de sus colaboradores Luis Enríquez y Alejandro de Vicente, abortó el encuentro en el que iba a rubricar su nuevo contrato, dando por cerradas las negociaciones que había mantenido en secreto.
El último viaje de Fernández Galiano a Italia resultó definitivo para continuar en Unidad Editorial y romper el principio de acuerdo alcanzado con Vocento. Después de las visitas de la semana anterior, en las que comunicó su intención de salir a la cúpula directiva de RSC, el ejecutivo alcarreño volvió esta semana para citarse con el sanedrín del grupo italiano, en el que llevan la voz cantante los representantes del emporio financiero Mediobanca y las familias propietarias de Fiat y Pirelli.