
Un estudio elaborado por el Dart Center for Journalism and Trauma afirma que el 28 % de los periodistas que cubre conflictos bélicos acaba desarrollando estrés postraumático, un 21 % cae en depresiones y otro 14 % acaba abusando de sustancias como el alcohol o las drogas. Estos datos se analizaron en las I Jornadas sobre Trauma y Periodismo de la Universidad de Navarra (UN), en la Facultad de Comunicación.
El encuentro ha sido organizado por Alejandro Navas, profesor del centro académico, junto a Mark Brayne, director del Dart Center en Europa, y Francisco Orengo, presidente de la Sociedad Española de Psicotraumatología y Estrés Postraumático.
Alejandro Navas ha señalado que las jornadas abordan desde una perspectiva periodística y médica las consecuencias que tienen para los reporteros las experiencias sobre las que tienen que informar: "Muchos periodistas, al cubrir determinadas catástrofes naturales o tragedias humanas, pueden sufrir un importante deterioro en su salud física y mental".
Según el profesor de la Universidad de Navarra, "este hecho tiene que ser conocido por los profesionales de la sanidad. Pero más importante, si cabe, es que los directivos de los medios de comunicación analicen y comprendan los posibles traumas que pueden aparecer en un periodista". Sólo de este modo, añade Navas, "los ejecutivos pueden preparar con anticipación a sus periodistas y apoyar a sus empleados cuando estén destacados en el peligro y también a su vuelta".
Las I Jornadas sobre Trauma y Periodismo de la Universidad de Navarra abordarán también el daño inmediato y las secuelas que dejan en la audiencia la cobertura de estos conflictos y cuál es el enfoque más adecuado para este tipo noticias. "Las catástrofes y crisis se deben afrontar con una sensibilidad y un tacto especial. Para saber cómo tratar estos aspectos relacionados con el sufrimiento humano parece indispensable conocer cómo afecta a la audiencia determinadas crisis naturales y humanas".