Egipto cierra la filial local de la televisión Al Yazira

 

aljaziraDos meses después del golpe militar que impuso las primeras mordazas a la libertad de expresión en Egipto, la justicia del país redobla la persecución. El tribunal administrativo de El Cairo ha ordenado el cierre definitivo de la filial egipcia de la cadena catarí Al Yazira tras semanas lanzando dardos contra una emisora acusada de ser altavoz de los Hermanos Musulmanes.

El fallo era un secreto a voces hasta que el gobierno interino, nombrado por el ejército, anunció que la emisora Al Yazira Mubasher Misr operaba sin licencia, por lo que prohibía el uso del satélite local para difundir su señal.

En una declaración impulsada por los ministerios de Inversión, Telecomunicaciones e Información, se acusaba a la filial del gigante catarí de difundir mentiras y rumores perjudiciales para la seguridad nacional.

Desde la asonada, Al Yazira Mubasher Misr ha sido una de las contadas emisoras que se han rebelado contra la campaña de propaganda estatal y su supuesta "lucha contra el terrorismo". Han difundido imágenes de las acampadas islamistas, desalojadas brutalmente el pasado 14 de agosto, y han emitido los mensajes en vídeo enviados desde la clandestinidad por dirigentes de la Hermandad prófugos de la justicia. En sus intervenciones, los gerifaltes llamaron a tomar las calles contra "los golpistas".

Las oficinas de la cadena fueron clausuradas el 3 de julio, poco después de que el comandante en jefe de las fuerzas armadas y presidente "de facto" del país Abdelfatah al Sisi anunciara el derrocamiento del islamista Mohamed Mursi. Los uniformados allanaron el local, confiscaron el material y bloquearon su emisión. Parte de su personal, incluido el directo general de la televisión, fue arrestado. La mayoría de los canales islamistas permanecen cerrados desde entonces.

Además del silencio de Al Yazira Mubasher Misr, el tribunal ha ordenado el cierre de otros tres canales afines a los barbudos, Ahrar25, Al Quds y Al Yarmuk, acusados de amenazar la paz nacional y difundir noticias e información falsa para provocar tensiones y pánico.

La cruzada contra la libertad de expresión, de la que no han escapado los periodistas extranjeros, se ha cebado con el influyente canal propiedad del estado de Qatar y mecenas de la Hermandad.

Desde el 3 de julio, cinco reporteros han muerto en el país; 80 periodistas han sido detenidos arbitrariamente -siete de ellos aún permanecen retenidos- y al menos 40 profesionales han sido atacados por la policía y partidarios o detractores del ex presidente. Según la organización, tres de los siete periodistas detenidos pertenecen a Al Yazira.

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